La percepción del riesgo es la habilidad de detectar, identificar y reaccionar ante una situación de riesgo mientras conduces.
Una situación de riesgo es aquella que lleva al conductor a estar alerta ante un imprevisto que le puede obligar a tomar una decisión: reducir la velocidad, frenar, cambiar de dirección… percibir este riesgo es una habilidad importante para todo tipo de conductores (noveles, mayores…) que deben entrenar y adquirir dicha habilidad. Pero también para todos los usuarios de las vías, incluidos los más vulnerables, como son los peatones, niños y mayores, ciclistas, etc.
Es importante ser consciente de la importancia de la percepción del riesgo en la conducción:
- Para concienciar a todos los usuarios de las vías de la importancia de esta habilidad para evitar los accidentes.
- La mayor habilidad para percibir riesgos se relaciona con una menor probabilidad de sufrir un accidente. Se ha definido también como la capacidad que tienen algunos conductores de «leer la carretera».
- Los conductores con experiencia son capaces de percibir los riesgos antes y con mayor precisión que los conductores noveles. Es por ello que esta habilidad debe entrenarse y adquirirse para conseguir una conducción segura.
10 consejos que te ayudarán a mejorar tu percepción del riesgo:
- Cuando te aproximes a un paso de peatones reduce la velocidad y cede el paso.
- Extrema la atención cuando veas un niño corriendo cerca de la carretera o una pelota en medio de la misma, es posible que un niño se te cruce inesperadamente.
- Conduce muy despacio en las zonas escolares para ver la zona con total claridad.
- Ten cuidado con las personas con discapacidad y con los mayores, tienen menor movilidad y necesitan más tiempo para reaccionar ante un peligro.
- Respeta y sigue siempre las indicaciones de los agentes que regulan el tráfico.
- Debemos reducir la velocidad y dejar suficiente espacio (mínimo 1, 5 m) cuando adelantemos a los ciclistas, extremando las precauciones si la carretera es estrecha o la visibilidad es reducida.
- Ten cuidado con los motoristas y los vehículos que los rodean ya que pueden llegar a frenar bruscamente ante cualquier peligro.
- El tener prioridad en un estrechamiento no da derecho a detener el flujo del tráfico por lo que cederemos el paso si con ello evitamos un embotellamiento.
- En las incorporaciones nunca debemos presionar a otros conductores para que se incorporen de forma inmediata.
- En los estacionamientos debemos ceder a los vehículos que quieran salir de los mismos y lo manifiesten con la pertinente señal de intermitencia.
Tipos de riesgos y cómo detectarlos
Existen distintos tipos de riesgos que podemos encontrar mientras conducimos. Una situación de riesgo se produce cuando un imprevisto se cruza en nuestra trayectoria, incrementándose la probabilidad de accidente o colisión. Si identificamos una situación de riesgo a tiempo podremos adoptar medidas evasivas para evitar el accidente como reducir la velocidad, frenar o cambiar nuestra trayectoria.
- Paso de Peatones: Si hay personas dirigiéndose a un paso de peatones o están esperando a cruzar la calzada, debemos aminorar la velocidad o detenernos para cederles el paso y permitirles cruzar. No debemos animar a la gente a cruzar. Puede ser muy peligroso si por ejemplo un segundo vehículo que circula por el otro carril o una motocicleta situada detrás de nosotros no se detiene. Debemos tomarnos mayor tiempo para frenar cuando el pavimento esté mojado o tenga placas de hielo.
- Animales: Conduce lentamente y respeta siempre las distancias, ya que los animales son imprevisibles y pueden sobresaltarse. Cualquier animal representa un riesgo, especialmente si anda suelto. Suelen circular a una velocidad relativamente lenta, por lo por lo que a veces pueden obligarnos incluso a detenernos. Cuando conduzcamos por caminos rurales, debemos permanecer atentos, ya que pueden aparecer en cualquier momento. Si la carretera está bloqueada por un rebaño, debemos detenernos, evitar cualquier ruido que pueda asustarlos (como el uso de la claxon o los acelerones del motor), y esperar hasta que se hayan apartado de nuestro camino.
- Zonas Escolares: Debemos tener cuidado cerca de los colegios y estar atentos a las señales de peligro «zona escolar», que nos indican que puede haber niños cruzando la calzada en las inmediaciones. Igualmente, podemos encontrar que los padres aparcan sus coches en doble fila o los dejan mal estacionados. Ten cuidado porque detrás de esos coches puede aparecer algún niño de manera inesperada.
- Niños y Jóvenes: Normalmente, los niños y los jóvenes no tienen conciencia real de los peligros de la carretera, por lo que pueden llegar a cruzar sin ningún tipo de precaución. Debemos prestar atención si vemos un niño corriendo en las inmediaciones de la calzada ya que otros pueden seguirle, o si observamos una pelota en medio de la carretera, pues es probable que algún niño venga a buscarla de inmediato.
- Personas con discapacidad y mayores: Ten cuidado con las personas mayores, las que se ayudan de bastones yo carritos para caminar o las que utilizan sillas de ruedas o vehículos eléctricos. Ten especial cuidado con las personas con discapacidad física y psíquica, los invidentes y las personas de la tercera edad ya que necesitan más tiempo para cruzar la calzada o entrar o salir de un vehículo, por lo que debemos ser pacientes con ellos. En ocasiones, estas personas pueden subestimar la velocidad a la que circulan los vehículos, aumentando así la peligrosidad. Si circulamos a una velocidad elevada, esto se traduce en un mayor riesgo de muerte en caso de atropello. Un impacto a 65 km/h probablemente mataría a cualquier peatón. Sin embargo, a una velocidad de 30 km/h, solo hay una posibilidad entre 20 de que este muera.
- Motoristas: Su cuerpo absorbe la mayor parte de la energía del impacto. Los motoristas son la carrocería, en caso de accidente ellos sufren el impacto en su propio cuerpo. La línea que separa un susto de un accidente fatal es muy delgada. Por eso es muy importante extremar las precauciones cuando advirtamos su presencia.
- Ciclistas: Su vehículo no les protege, ponte en su lugar y déjales el tiempo y el espacio necesarios. Los ciclistas son uno de los colectivos más vulnerables. Es necesario permanecer atentos a cualquier tipo de gesto que nos pueda avisar de la realización de una maniobra o a cualquier obstáculo que les obligue a cambiar su trayectoria. Debemos reducir la velocidad y dejar una distancia de al menos 1,5 metros cuando les adelantemos extremando las precauciones si la carretera es estrecha o la visibilidad es reducida.
- Incorporaciones: Circula con precaución y respeto hacia el resto de usuarios. Debemos tener en cuenta la señalización, extremar las precauciones y reducir la velocidad en las intersecciones, las calles residenciales estrechas, las curvas peligrosas, los cambios de rasante, o los tramos de concentración de accidentes. Conviene estar atento al resto de los usuarios de la vía para anticipar la maniobra. A veces la presencia de obstáculos, como vehículos estacionados, mobiliario urbano o contenedores, pueden impedirnos ver con claridad si un vehículo se aproxima a una intersección.
- Vehículos pesados: Debido a su gran tamaño y peso, los vehículos grandes tienen más dificultades para maniobrar. Necesitan realizar giros amplios, sobre todo en cruces estrechos y carreteras secundarias. Incluso, dependiendo de su longitud y la forma del cruce, pueden llegar a invadir otros carriles. Suelen ser más lentos cuando realizan una incorporación y pueden representar un riesgo cuando lo hacen desde una vía perpendicular, por lo que debemos extremar la precaución y facilitarles esa tarea siempre que sea posible.
- Marcha atrás: Por tu seguridad, no accedas a una vía circulando hacia atrás. Cuando un conductor realiza la maniobra de marcha atrás, su campo visual se reduce significativamente. Es muy posible que no perciba a otros usuarios de la vía o que calcule mal el tiempo o la distancia necesaria para realizar dicha maniobra. Al observar a un vehículo dar marcha atrás, debemos estar atentos y anticiparnos por si fuera necesario realizar alguna maniobra evasiva.