Quizá no estés muy familiarizado con el concepto de Sistemas de Gestión del Motor, pero seguro que sí que conoces el cierre centralizado, los elevalunas eléctricos o el indicador de combustible.La tarea principal de un Sistema de Gestión del Motor consiste en coordinar y controlar parámetros como la sincronización del encendido, la cantidad de combustible inyectado y la temperatura y revoluciones del motor, entre otras cosas. Su objetivo consiste en asegurar un funcionamiento económico y ecológico en nuestro vehículo. Los Sistemas de Gestión del Motor también hacen funcionar los sistemas limpiaparabrisas, los de ventilación y refrigeración, así como los faros.
El Sistema de Gestión del Motor es un mecanismo de precisión que distribuye información a muchos sensores distintos. No saber a qué velocidad estás circulando, no conocer la temperatura del habitáculo o ignorar las revoluciones que empleamos puede ser peligroso. Es información necesaria para no poner en juego nuestra seguridad.
Los sensores ayudan a reducir el consumo de combustible y las emisiones de gases contaminantes. Tienen un papel imprescindible en nuestro vehículo, ya que mejoran la eficiencia del motor y la seguridad del vehículo, y permiten un mayor confort tanto para el conductor como para el resto de ocupantes. Para que un sensor realice correctamente su función, debe ser resistente a la temperatura, la humedad, la suciedad y los productos químicos. Cada sensor y actuador tiene una gran responsabilidad en el correcto funcionamiento del Sistema de Gestión del Motor.
El correcto mantenimiento del Sistema de Gestión del Motor repercute en multitud de piezas de nuestro automóvil, desde elementos que influyen en el confort del conductor y todos los ocupantes hasta sensores y actuadores que, en caso de fallo, podrían repercutir en una grave rotura del motor.
¿Cómo detectamos fallos en el Sistema de Gestión Motor?
- Si el “chivato” luminoso del salpicadero nos indica la avería.
- Si advertimos un consumo excesivo y un nivel variable en el número de revoluciones.
- Si advertimos que por el escape sale huno de color no habitual.
- Si notamos pequeño tirones, como si el coche se fuera a calar, o pérdidas de potencia.
Si notas algún síntoma de que algo falla en el Sistema de Gestión del Motor, no esperes para acudir a tu taller de confianza, ya que puede repercutir en un excesivo consumo de tu vehículo, una pérdida de potencia e incluso en una disminución de la seguridad y el confort de todos los ocupantes.
Y recuerda acudir sólo a «talleres de confianza» que cumplan toda la normativa vigente, con conocimientos adecuados para reparar tu vehículo, que pueden ofrecerte garantía en la reparación y que utilicen recambios de calidad. Recuerda que muchas veces lo barato, sale caro.
Y para saber más del Sistema de Gestión Motor puedes consultar las «Lecciones de Confianza» o las «Historias basadas en hechos reales» de la plataforma «Elige calidad, elige confianza».