El verano es sinónimo de vacaciones, buen tiempo y aire libre, pero también de largos desplazamientos, coches cargados de maletas y remolques de caravanas.
Todas estas nuevas variables del verano suponen un esfuerzo adicional para el vehículo, por lo que es importante realizar una serie de comprobaciones para asegurarse de que funciona correctamente y mantener la seguridad y el confort en los desplazamientos estivales.
Neumáticos: Una revisión preventiva de los neumáticos no sólo revela si es momento de cambiarlos, sino que también pude indicar que el vehículo tiene los amortiguadores desgastados. Daños superficiales, desgaste desigual o calvas son señales claves para detectarlo. Si se espera que el vehículo soporte más peso que el habitual, es importante inflar los neumáticos a la presión correcta para el uso previsto; un inflado excesivo podría afectar el frenado y provocar un desgaste prematuro del neumático. Hay que tener en cuenta que las altas temperaturas también pueden afectar a la presión de los neumáticos, un aumento de 10 grados, por ejemplo, puede suponer un cambio de presión de 0,1 bares. Por último, compruebe también la presión de la rueda de repuesto -si la tuviese-, y la banda de rodadura para asegurarse de que tiene, al meno, la profundidad exigida por la ley.
Suspensión: Incluso con neumáticos nuevos, un vehículo necesita amortiguadores que funcionan correctamente para mantener la tracción en la carretera. Teniendo en cuenta que cualquier problema existente con la suspensión se agravará con un viaje, más aún, son peso adicional en el vehículo, es importante estar atento a las siguientes señales que podrían indicar un problema de este tipo: El morro se hunde al frenar bruscamente o el coche se inclina hacia un lado en las rectas, sensación de inestabilidad en las curvas, vibraciones en el volante, el coche se desvía cuando sopla viento lateral, las ruedas rebotan al pasar por baches, se oyen golpes u otros ruidos procedentes de la zona de las ruedas.
Como parte de la preparación del vehículo para el verano, llévelo a un taller para que le hagan unas revisiones más detalladas. Allí se centrarán en dos puntos: Primero una inspección visual para asegurarse de que no hay daños ni en el vástago del pistón, ni en el cuerpo ni en los soportes de montaje; y para buscar fugas de aceite evidentes. Segundo, se revisarán los muelles helicoidales en busca de grietas y roturas. Las rótulas y los cojinetes deben comprobarse para asegurarse de que la goma no está deteriorada y de que no hay un movimiento excesivo. Recuerde que si los amortiguadores han recorrido más de 80.000 km deben sustituirse, como pareja de ejes, para restablecer las prestaciones del vehículo a las previstas por el fabricante.
Remolque: Si un vehículo arrastra una caravana o un remolque, está sometido a exigencias adicionales. No supere la carga máxima autorizada por el fabricante, y el peso sobre la bola de enganche debe ser el definido por el fabricante del enganche de remolque. Reduzca la velocidad de conducción al límite legal para el peso de la carga. KYB también ofrece una gama de muelles helicoidales de alta resistencia que pueden aumentar considerablemente la capacidad de remolque de su vehículo durante el viaje, soportando el peso adicional. Hable con su mecánico local para obtener más información.
Todas estas sugerencias para las revisiones del vehículo pueden contribuir a una conducción segura y agradable en viajes largos o al remolcar.