El desmontaje y montaje de las nuevas piezas del freno debe cumplir un proceso estricto y detallado que pondrá en valor la eficacia del trabajo y por lo tanto, la satisfacción del cliente, siendo fundamental aplicar toda la experiencia y profesionalidad existente. En este sentido, el buje es la pieza circular a la que está unido el disco de freno. Tanto el óxido acumulado, como un mal montaje pueden causar que esta pieza no gire de forma correcta, afectando directamente al funcionamiento del disco de freno y, por lo tanto, a la seguridad del vehículo.
Además, también se pueden generar vibraciones al frenar que, generalmente, aparecen tras un recorrido de 1.500 a 3.000 kms, originadas por la falta de ventilación en las pastillas de freno.
Para que esto no ocurra, ATE, marca de frenos del Grupo Continental, pone a disposición de los talleres una serie de consejo que harán que el buje siempre esté en perfecto estado para el montaje del nuevo sistema de frenos:
- Limpiar el metal repasando las superficies de la brida y el centrado con tela de esmeril.
- No deben quedar restos de óxidos ni suciedad. Las superficies de la brida y el centrado no deben presentar deformaciones.
- No aplicar pastas deslizantes (p.ej. pasta de cobre).
- Verificar que la planicidad axial y las superficies de la brida y el centrado están perfectamente lisos.
- Los casquillos de la dirección y los silent blocs no deben presentar holgura ni desgaste. Si es necesario, sustituirlos por modelos más duros.
- Los casquillos de goma de la barra estabilizadora no deben presentar holgura ni desgaste.
- Los amortiguadores y las patas telescópicas deben funcionar perfectamente.
- El ajuste del eje delantero debe cumplir con las especificaciones del fabricante.
Además de seguir estos pasos para asegurar un trabajo excelente y seguro, es importante utilizar productos de proveedores de calidad así como las herramientas adecuadas.
