Durante más de 60 años IADA se ha distinguido por ser líder nacional en la fabricación de productos químicos para el mantenimiento y cuidado del automóvil. Con una alta calidad en el desarrollo de sus productos, reconocida por el sector, IADA continúa innovando, gracias a la realización de importantes inversiones en equipo humano, tecnología y medios industriales, para mejorar los altos estándares de calidad que, junto a la atención al cliente y el I+D+i, son los pilares fundamentales del ADN Iada. En esta ocasión, aprovechan su conocimiento de producto, para darnos unas pautas para cuidar del líquido de frenos de nuestros vehículos.

El líquido de frenos tiene una importancia primordial en la seguridad del vehículo, pero es el gran olvidado en las revisiones; revisamos el nivel de aceite, del refrigerante, incluso el nivel del limpiaparabrisas, pero nos olvidamos de la revisión del líquido de frenos. Y si revisamos el nivel, se nos olvida revisar el estado, algo fundamental. Su función es transmitir la presión ejercida desde el pedal del freno hasta los cilindros de la rueda o bombines de freno, para convertir esa presión en fricción entre pastillas-discos, zapatas-tambores. Fricción que se encarga de reducir la velocidad del vehículo.

Un buen líquido de frenos debe:

  • Mantener su viscosidad tanto a temperaturas altas como bajas.
  • Ser compatible con las partes de caucho que componen el sistema de frenos para evitar hinchamiento, ablandamiento o rotura de estas.
  • No permitir la corrosión o el ataque químico a partes metálicas.
  • Mantener un punto de ebullición alto, es decir, no debe hervir. La resistencia a la temperatura de un líquido se define según la clasificación DOT (Departament of Traffic); cuánto más alto sea este número mayor será la resistencia al calor (DOT 4 – DOT 5.1 > 260°C )

En España el líquido de frenos está sujeto a homologación según la norma:

  • UNE 26-106-88 (DOT3)
  • UNE 26-109-88 (DOT 4)
  • UNE 26-409-92 (DOT 5.1)

¿Qué factores afectan a la calidad del líquido de frenos?

El Líquido de frenos se puede deteriorar por el calor, el paso del tiempo, la humedad ambiental y la contaminación con residuos de caucho de los pistones, lo que afectaría al funcionamiento en general del sistema.

El exceso de temperatura es el peor enemigo del líquido frenos ya que provoca su evaporación y la invasión del circuito hidráulico de aire comprimido, lo que ocasiona un recorrido largo del pedal.

Recuerda siempre que:

  • Al menos una vez al año hay que hacer una revisión completa del sistema de frenos.
  • Nunca debe reutilizarse el líquido que fue extraído del sistema.
  • Para enjuagar o limpiar el sistema utilice únicamente liquido de frenos.